La flexibilidad en las piernas es un aspecto importante para realizar movimientos sorprendentes y prevenir lesiones a largo plazo en la espalda y las rodillas. Aunque muchas personas piensan que la flexibilidad es algo con lo que se nace y que no se puede mejorar, en realidad es posible aumentarla con práctica constante y algunos cambios en nuestros hábitos diarios. En este artículo, te presentaremos cinco cosas que puedes hacer para mejorar tu flexibilidad del tren inferior fuera de tu rutina de entrenamiento.
Mantente hidratado
La hidratación adecuada es esencial para mantener la flexibilidad de los músculos y las estructuras que los rodean. Los músculos están rodeados por una red de fibras de colágeno llamada fascia, que se mantiene maleable gracias a la sustancia acuosa llamada sustancia fundamental. Esta sustancia hidrata la fascia y reduce la fricción entre las estructuras, permitiendo un mayor rango de movimiento. Por lo tanto, asegúrate de tomar suficiente agua y electrolitos para mantener tu fascia hidratada y favorecer la flexibilidad.
Masajea los músculos tensos
Los músculos tensos pueden limitar la flexibilidad al restringir el movimiento de las estructuras que los rodean. Un masaje puede ayudar a romper las adherencias en la fascia y permitir que los músculos se muevan sin restricciones. Puedes realizar masajes en casa utilizando herramientas como pelotas, foam rollers o pistolas percutorias. Masajea las áreas donde sientas rigidez para deshacerte de las adherencias y mejorar la hidratación y el movimiento de tus músculos.
Modifica tu posición constantemente
Pasar mucho tiempo en una posición sedente, como sentado en una silla, puede afectar la flexibilidad de las piernas. Esto se debe a que los músculos se adaptan a las posiciones que adoptamos con más frecuencia. Para mejorar la flexibilidad, es importante aumentar la variedad de posiciones y cambiar constantemente de una a otra. Esto puede incluir buscar más posiciones de descanso y evitar permanecer en una posición durante mucho tiempo. Al hacer esto, ayudarás a contrarrestar las adaptaciones disfuncionales y mejorar tu flexibilidad.
Disminuye el uso de tacones
El uso frecuente de zapatos con tacón puede afectar la flexibilidad de los tobillos y los músculos de la parte posterior de la pierna. Los zapatos con tacón elevan el talón del piso y causan desequilibrios musculares, ya que los músculos de la parte posterior de la pierna tienden a acortarse. Esto puede afectar la posición neutra de los tobillos y limitar la flexibilidad. Intenta disminuir el uso de tacones y opta por zapatos que permitan un movimiento más natural y una posición neutral de los tobillos.
Usa ropa que te permita estirar y moverte
La ropa que usamos también puede afectar nuestra flexibilidad. Es importante usar ropa que se ajuste cómodamente a las diferentes posiciones que adoptamos y que nos permita movernos libremente. Esto nos ayudará a realizar estiramientos y movimientos sin restricciones. Siempre que compres ropa nueva, asegúrate de probarla y realizar algunos movimientos para ver si te sientes cómodo y libre de movimiento. Opta por prendas como leggings que te permitan estirar y adoptar diferentes posiciones con facilidad.
Mejorar la flexibilidad del tren inferior requiere práctica constante y algunos cambios en nuestros hábitos diarios. Mantenernos hidratados, masajear los músculos tensos, modificar nuestras posiciones, disminuir el uso de tacones y usar ropa adecuada son algunas de las acciones que pueden ayudarnos a mejorar nuestra flexibilidad. Recuerda que la flexibilidad no es algo con lo que se nace, sino que se puede mejorar con dedicación y esfuerzo.
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