En el siglo XX se llevaron a cabo numerosos robos espectaculares que dejaron en evidencia la seguridad policial y se convirtieron en fuente de inspiración para películas. Uno de los robos más importantes de este siglo fue el asalto al tren de Glasgow, considerado un récord en su momento.
El robo más grande del siglo XX
El asalto al tren de Glasgow tuvo lugar la madrugada del 8 de agosto de 196Una banda de 15 hombres, dirigidos por Bruce Reynolds, perpetró el robo en el tren correo que circulaba de Glasgow a Londres. El botín sustraído ascendió a 2,6 millones de libras (3 millones de euros), estableciendo un récord en aquel entonces y equivalente a unos 46 millones de euros en la actualidad.
A pesar de que no utilizaron armas de fuego, el conductor del tren, Jack Mills, resultó herido en la cabeza durante un forcejeo con los asaltantes. Sin embargo, la banda fue finalmente capturada gracias a las huellas dactilares que dejaron en un Monopoly con el que jugaron mientras se escondían de la policía. Reynolds, el líder de la banda, logró evadir a la justicia durante cinco años antes de ser capturado en 1968 y cumplir condena hasta 197
La historia del asalto al tren de Glasgow ha sido llevada al cine en la película buster (1988), protagonizada por Phil Collins.
El legado del asalto al tren de Glasgow
El asalto al tren de Glasgow dejó un legado duradero en la historia de los robos espectaculares. Este robo en particular capturó la imaginación del público y se convirtió en un hito en la historia del crimen. Además, sentó las bases para futuros asaltos a trenes y atracos similares.
El asalto al tren de Glasgow también puso de manifiesto las deficiencias en la seguridad de los trenes y la necesidad de mejorar las medidas de protección de los valiosos cargamentos que se transportan. A raíz de este robo, se implementaron mayores medidas de seguridad en los trenes y se fortaleció la vigilancia en las rutas ferroviarias para prevenir futuros asaltos.
El asalto al tren de Glasgow fue uno de los robos más importantes del siglo XX. La banda liderada por Bruce Reynolds logró sustraer un botín de 2,6 millones de libras, estableciendo un récord en aquel entonces. Aunque el conductor del tren resultó herido durante el asalto, la mayoría de los miembros de la banda fueron capturados gracias a las huellas dactilares que dejaron en un juego de Monopoly.
Este robo espectacular dejó un legado duradero en la historia del crimen y puso de manifiesto la necesidad de mejorar las medidas de seguridad en los trenes. El asalto al tren de Glasgow sigue siendo recordado como uno de los robos más audaces y astutos de todos los tiempos.
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