El ferrocarril calle, también conocido como tranvía, es un medio de transporte de pasajeros que circula sobre raíles en áreas urbanas. A diferencia de los trenes convencionales, el tranvía se desplaza por la calzada sin necesidad de una separación o zona reservada exclusivamente para él. En este artículo, exploraremos las ventajas e inconvenientes del ferrocarril calle y su infraestructura, así como los diferentes modos de energía utilizados por estos vehículos.
Infraestructura del ferrocarril calle
La infraestructura del ferrocarril calle se caracteriza por el uso de un perfil de carril especial llamado tipo phoenix o de garganta. Este diseño permite que la calle sobre la que se sitúa el tranvía pueda ser asfaltada por ambos lados, integrándolo así al flujo de tráfico de los demás vehículos. En algunos casos, la vía férrea del tranvía puede transitar por calles exclusivas e incluso estar cubierta por césped, lo que contribuye a su integración en el paisaje urbano.
En aquellos casos en los que la infraestructura del tranvía se encuentra separada del resto de los vehículos, se utilizan los mismos tipos de carril que los trenes convencionales, aunque con una sección menor.
Modos de energía utilizados por el tranvía
Los tranvías son vehículos eléctricos que obtienen su energía de una línea aérea de contacto. Esta línea puede consistir en un simple alambre suspendido, conocido como hilo trolley, o en una catenaria. La conexión entre el tranvía y la línea aérea de contacto se realiza mediante un trole de pértiga, un pantógrafo o un arco raspante.
Además de la tracción eléctrica, los tranvías han utilizado otros medios de propulsión a lo largo de su historia, como animales de tiro, gasolina, cable o aire comprimido.
Ventajas e inconvenientes del ferrocarril calle
El ferrocarril calle presenta numerosas ventajas en comparación con otros medios de transporte urbano:
- Es menos ruidoso y menos contaminante que los autobuses, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire en áreas urbanas.
- Consume menos energía eléctrica que el metro, ya que no requiere iluminación de estaciones y accesos.
- Mejora la balanza energética de las ciudades al reducir la importación de combustibles fósiles.
- Ocupa un carril de calzada más estrecho que un autobús, lo que optimiza el uso del espacio público urbano.
- La construcción de su infraestructura es más económica que la del metro.
- Es accesible para personas con movilidad reducida, embarazadas y mayores, lo que mejora su independencia.
- Reduce el número de accidentes al eliminar vehículos privados de la carretera y aumentar la sensación de seguridad en los centros urbanos.
- Tiene una capacidad de transporte mayor que el autobús y una marcha más suave y cómoda.
- Mejora el atractivo económico de los centros urbanos y las zonas conectadas con el tranvía.
Sin embargo, el ferrocarril calle también presenta algunos inconvenientes:
- Su recorrido es rígido y no puede sortear obstáculos que se encuentren sobre la vía.
- Tanto la infraestructura como los vehículos tienen un mayor costo en comparación con los autobuses y trolebuses, aunque su capacidad y vida útil por unidad son mayores.
- Tiene una menor capacidad y velocidad en comparación con otros tipos de ferrocarril.
- Puede tener un impacto estético en zonas monumentales y urbanas cuando se utiliza tendido eléctrico aéreo.
El ferrocarril calle en España
En España, el ferrocarril calle tuvo una presencia significativa en el siglo XIX y principios del siglo XX, pero muchas líneas fueron desmanteladas en las décadas de 1960 y 1970 debido al aumento del tráfico rodado privado. Sin embargo, en las últimas décadas se ha producido un resurgimiento del tranvía como alternativa de transporte urbano sostenible.
Actualmente, ciudades como Valencia, Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Zaragoza y Bilbao cuentan con líneas de tranvía en funcionamiento. Además, hay proyectos para implementar tranvías en otras ciudades de España, como Granada, Mallorca y Pamplona.
El ferrocarril calle, o tranvía, se ha convertido en una opción atractiva para mejorar la movilidad urbana de manera sostenible. Sus ventajas en términos de eficiencia energética, reducción de emisiones y mejora del espacio público hacen que sea una alternativa viable para las ciudades modernas. A medida que aumenta la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad, es probable que el ferrocarril calle siga ganando popularidad como medio de transporte urbano.
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