Los ferrocarriles en Argentina han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del país y su historia está marcada por importantes eventos y decisiones políticas. Uno de los momentos más destacados en la historia de los ferrocarriles argentinos fue la nacionalización llevada a cabo durante el gobierno de Juan Domingo Perón en 194
La nacionalización de los ferrocarriles
En 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido tenía una deuda con Argentina que no podía pagar debido a la inconvertibilidad de la libra esterlina. Además, en 1947 caducó la Ley Mitre que beneficiaba a las empresas ferroviarias en materia impositiva. En este contexto, el movimiento obrero argentino buscaba la nacionalización de los ferrocarriles.
En 1947, el gobierno de Juan Perón, respondiendo a la demanda del movimiento obrero, decidió comprar al Reino Unido un total de 24,000 km de vías férreas, así como trenes, estaciones, etc., por un monto de 150 millones de libras esterlinas. El 1 de marzo de 1948, el Estado argentino tomó posesión de los ferrocarriles en un acto presidido por Perón en la plaza de Retiro en Buenos Aires. Esta fecha se convirtió en un día de conmemoración de la nacionalización.
Como parte de este proceso, el gobierno decidió asignar nuevos nombres a las diferentes líneas de ferrocarril. Esta medida fue objeto de controversia y generó debates entre historiadores. Algunos, como Raúl Scalabrini Ortiz, defendieron la nacionalización como una solución al modelo agropecuario exportador que beneficiaba a los extranjeros. Por otro lado, Ricardo M. Ortiz consideraba que la nacionalización era parte de la lucha antiimperialista del peronismo y argumentaba que la baja rentabilidad fue determinante para la venta de los ferrocarriles.
Controversias y reacciones
La nacionalización de los ferrocarriles argentinos no estuvo exenta de controversias. La prensa británica, en particular, reaccionó de manera negativa y calificó la medida como una idiotez argentina. Argumentaban que la concesión británica de los ferrocarriles finalizaba en menos de un año, en 1949, y que las empresas ferroviarias se habían comprometido a mantener adecuadamente la infraestructura y los trenes antes de transferirlos al Estado argentino sin necesidad de una transferencia monetaria.
A pesar de estas controversias, la nacionalización de los ferrocarriles argentinos fue un hito importante en la historia del país. Permitió al Estado asumir el control y la gestión de un sistema de transporte vital para el desarrollo económico y social de Argentina.
La historia de los ferrocarriles argentinos está marcada por la nacionalización llevada a cabo durante el gobierno de Juan Domingo Perón en 194Esta medida, impulsada por el movimiento obrero, permitió al Estado argentino tomar posesión de los ferrocarriles y asumir su gestión. Aunque la nacionalización generó controversias y reacciones negativas, fue un paso importante en el desarrollo del país y en la consolidación de un sistema de transporte vital para la economía y sociedad argentina.
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