En el siglo XIX, Cornelius Vanderbilt, conocido como el Comodoro, se convirtió en el hombre más rico de Estados Unidos. Su fortuna fue acumulada gracias a su apuesta por una nueva tecnología revolucionaria en ese momento: el ferrocarril. Sin embargo, a pesar de su inmensa riqueza, sus descendientes no lograron mantenerla y hoy en día ninguno de ellos es millonario. En este artículo, exploraremos la historia de los Vanderbilt y descubriremos qué sucedió con su fortuna.
El origen de la fortuna
La familia Vanderbilt tenía raíces inglesas y holandesas y emigró a Estados Unidos, donde comenzaron trabajando como granjeros en Nueva York. Cornelius Vanderbilt nació en 1794 y desde joven demostró su espíritu emprendedor. A los once años abandonó la escuela para trabajar en el ferry de su padre y posteriormente estableció su propio servicio de transporte de pasajeros entre Staten Island y Nueva York.
Gracias a su energía y determinación, Vanderbilt comenzó a ser conocido como el comodoro entre los otros capitanes de ferry. A los diecinueve años se casó con su prima y se mudaron a Manhattan, dejando atrás la vida en la granja. Vanderbilt continuó expandiendo sus negocios y se convirtió en el capitán de la empresa de ferrys de vapor Thomas Gibbons. Fue en este momento cuando empezó a interesarse por los ferrocarriles.
La apuesta por los ferrocarriles
Vanderbilt dejó su puesto en la empresa de ferrys y comenzó a invertir en líneas de ferrocarril. Poco a poco fue adquiriendo más líneas y abriendo nuevas, convirtiéndose en uno de los principales actores del sector. Su legado en el entorno de los ferrocarriles todavía perdura hoy en día. Por ejemplo, la famosa Estación Grand Central de Nueva York se construyó en el lugar donde Vanderbilt había construido su propia estación en 186
Además de su éxito empresarial, Vanderbilt también se dedicó a la filantropía. En 1873, donó un millón de dólares para fundar la Vanderbilt University en Tennessee, que todavía es una de las mejores universidades del país. Sin embargo, a pesar de su éxito y riqueza, Vanderbilt siempre fue consciente de la importancia de mantener y hacer crecer su fortuna. Le dijo a su hijo William H Vanderbilt: cualquier tonto puede hacer una fortuna, se necesita un hombre inteligente para mantenerla.
La caída de la fortuna
Después de la muerte de Cornelius Vanderbilt en 1877, su hijo William H Vanderbilt heredó la mayor parte de la fortuna familiar y se convirtió en el hombre más rico del entorno. Sin embargo, a diferencia de su padre, William no logró mantener y hacer crecer la fortuna de la familia. Comenzó a vender parte de la empresa de ferrocarriles fundada por su padre, la New York Central, y se alejó de los negocios.
Los nietos y bisnietos de Vanderbilt tampoco lograron mantener la riqueza familiar. A pesar de su fortuna, no lograron destacar entre los nuevos ricos de la época. A medida que el gobierno comenzó a introducir nuevos impuestos a la renta y sucesiones, el costoso estilo de vida de los Vanderbilt se volvió insostenible. Además, la New York Central comenzó a declinar debido al auge del transporte por carretera.
En la Gran Depresión, los ingresos de los Vanderbilt se redujeron aún más y tuvieron que vender e incluso dar acceso a su mansión más emblemática, Biltmore. Los siguientes miembros de la familia no lograron aumentar la fortuna, sino que la dilapidaron. En 1970, la empresa de ferrocarriles de la familia quebró y ninguno de los descendientes de Vanderbilt logró mantener la inmensa riqueza acumulada por su antepasado.
El legado de los Vanderbilt
A pesar de la pérdida de su fortuna, algunos miembros de la familia Vanderbilt han logrado destacar en otros ámbitos. Por ejemplo, Gloria Vanderbilt fue una reconocida diseñadora de moda en los años 70 y su hijo Anderson Cooper es un destacado periodista. Sin embargo, ninguno de ellos ha logrado alcanzar la riqueza y el prestigio de sus antepasados.
La historia de los Vanderbilt es un ejemplo de cómo una gran fortuna puede perderse debido a una combinación de factores como la dilución entre muchos descendientes, el derroche, las crisis económicas, los impuestos, la falta de iniciativa empresarial y la obsolescencia tecnológica. Aunque los Vanderbilt fueron una dinastía basada en la tecnología del ferrocarril, no lograron adaptarse a los cambios y fueron superados por otras industrias como el transporte por carretera. La historia de los Vanderbilt es un recordatorio de que la riqueza no siempre perdura a lo largo de las generaciones.
Consultas habituales
- ¿Qué pasó con la fortuna de los Vanderbilt?
- ¿Cuál fue la contribución de los Vanderbilt al desarrollo de los ferrocarriles en Estados Unidos?
- ¿Por qué los descendientes de los Vanderbilt no lograron mantener su riqueza?
- ¿Qué lecciones se pueden aprender de la historia de los Vanderbilt?
La historia de los Vanderbilt es un ejemplo maravilloso de cómo una gran fortuna puede ser acumulada y luego perdida debido a una serie de circunstancias. Aunque los Vanderbilt ya no son sinónimo de riqueza, su legado perdura en la historia de los ferrocarriles en Estados Unidos.
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