El tren Cantábrico-Mediterráneo es un proyecto de conexión ferroviaria estratégica que busca unir el norte y el sur de España a través de la línea férrea que atraviesa el eje Cantábrico y el corredor mediterráneo. Este proyecto, impulsado por el Ministerio de Fomento, tiene como objetivo mejorar las comunicaciones y potenciar el transporte de mercancías y pasajeros entre estas dos regiones.
Historia del ferrocarril de Zaragoza a Sagunto por Teruel
El tramo entre Zaragoza y Sagunto por Teruel ha sido históricamente una de las rutas ferroviarias más importantes de España. Sin embargo, a lo largo de los años ha sufrido diversas dificultades y carencias que han limitado su desarrollo y capacidad. Teruel, por ejemplo, ha sido la única capital de España sin conexión directa por ferrocarril con Madrid.
En el año 2000, esta línea estuvo a punto de cerrarse definitivamente debido a los constantes descarrilamientos y la falta de inversión en su mantenimiento. Sin embargo, gracias a la movilización ciudadana se logró evitar su cierre y se comenzaron a realizar mejoras en la infraestructura.
A pesar de estas mejoras, la línea de Zaragoza a Sagunto por Teruel aún presenta limitaciones importantes. Su trazado es de vía única, no está electrificada y cuenta con rampas de hasta 24 milésimas. Además, la velocidad comercial máxima es de tan solo 75 km/h, la más baja de España, con limitaciones adicionales de velocidad en cuatro tramos a 30 km/h.
El Corredor Cantábrico-Mediterráneo
Ante la necesidad de mejorar y potenciar la conexión ferroviaria entre el norte y el sur de España, el Gobierno impulsó el Corredor Cantábrico-Mediterráneo como una alternativa al proyecto de Alta Velocidad que excluyó a Teruel. Este corredor, presentado en 2004, tiene como objetivo principal mejorar la capacidad y las prestaciones de la línea férrea existente entre Zaragoza y el Cantábrico.
El Corredor Cantábrico-Mediterráneo contempla la construcción de cuatro vías: dos vías electrificadas de ancho ibérico y dos vías electrificadas de ancho internacional (UIC). Estas vías permitirán la circulación de trenes de alta velocidad y alta capacidad, tanto para pasajeros como para mercancías.
Hasta el momento, se han invertido más de 1000 millones de euros en los tramos comprendidos entre Zaragoza y el Cantábrico, incluyendo la problemática región vasca. Estos tramos están en diferentes etapas de construcción y se espera que estén finalizados para el año 202
El tramo Zaragoza-Sagunto y su situación actual
El tramo ferroviario entre Zaragoza y Sagunto por Teruel es una de las partes fundamentales del Corredor Cantábrico-Mediterráneo. Sin embargo, su desarrollo ha sido limitado y aún presenta importantes carencias.
En octubre de 2015, el estudio informativo de este tramo caducó y pasaron dos años sin que se tomaran medidas al respecto. Fue gracias a la pregunta de un diputado en el Congreso que se puso de manifiesto la falta de avances en este tramo.
Actualmente, se han comprometido 335 millones de euros para invertir en este tramo entre los años 2017 y 202Se han realizado algunas mejoras en la infraestructura, como la instalación del sistema Tren-Tierra, arreglos en terraplenes y estructuras, y la adjudicación de proyectos para apartaderos. Sin embargo, estas mejoras son consideradas como obras menores y aún falta realizar la electrificación y otras mejoras importantes.
A pesar de estas mejoras, el tramo entre Zaragoza y Sagunto por Teruel seguirá siendo una vía única, de ancho ibérico, con un trazado que data del siglo XIX. Estas condiciones limitan su capacidad y competitividad, especialmente en comparación con las líneas de alta velocidad existentes en otras partes de España.
El tren Cantábrico-Mediterráneo es un proyecto estratégico para mejorar las comunicaciones y potenciar el transporte de mercancías y pasajeros entre el norte y el sur de España. Aunque se han realizado importantes inversiones en los tramos entre Zaragoza y el Cantábrico, el tramo entre Zaragoza y Sagunto por Teruel aún presenta limitaciones importantes que deben ser abordadas.
Es necesario realizar las inversiones necesarias para electrificar y mejorar la infraestructura de este tramo, permitiendo así la circulación de trenes de alta velocidad y alta capacidad. Además, es importante realizar estudios sobre el potencial del corredor para el transporte de pasajeros y el impacto económico que supondría para las ciudades que atraviesa.
El tren Cantábrico-Mediterráneo es una oportunidad para mejorar la conectividad y el desarrollo económico de las regiones que atraviesa. Es necesario que las autoridades y los responsables políticos trabajen en conjunto para impulsar este proyecto y garantizar su éxito.
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